Hace unos días, escribí sobre cómo el deportista solapa los tiempos de cicatrización, es decir la reparación biológica de la lesión con la readaptación funcional al esfuerzo. Ya sabéis, que éste es el modo de acortar los periodos empleados para la vuelta a la competición. Esto es lo normal en el mundo del deporte profesional, en el que el deportista se implica, en cuerpo y alma, con su única meta: Recuperar sus máximas capacidades en el mínimo tiempo posible.
Así es la vida de estos jóvenes y en este ambiente. Sin tiempo para la reparación biológica y sobre su máquina en 4 días, como si no hubiera pasado nada.
¿Súper Hombres? Pues para mí sin duda sí, y está claro que estas vivencias no están al alcance de todos.
Lo de este joven piloto es una evidencia más de cómo ellos viven esos momentos. Ponen todo lo que tienen a su alcance para subirse a su moto cuanto antes… pero me gustaría, desde mi esquina y con mi máxima admiración y respeto, comentar algo, que nos permita comprender mejor cómo se maneja todo esto.
El corredor sufrió una violenta caída en carrera el día 20, que le provocó una fractura en la zona media del húmero. Aparte de los múltiples golpes, el nervio radial, en íntimo contacto con el húmero y la fractura, resultó golpeado, provocando una pérdida de capacidad en la extensión de la mano y de los dedos. Ésta es la función principal del nervio que, tras una contusión, muestra esta sintomatología y no funciona perfectamente.
RX fractura MM
El joven fue intervenido el día 22, estabilizándola con una placa con 10 tornillos en la parte media del húmero y dos más para un fragmento en el foco. En ese tiempo se revisó el nervio radial que solo se encontraba golpeado, justificando su mal funcionamiento. Todo acaba correctamente, la fractura queda muy estable, fijada con un montaje seguro.
RX placa y tornillos
A partir de este momento, durante la vida del piloto, la placa soportará las cargas hasta que la biología ósea repare la fractura, es decir fabrique hueso y consiga la reparación y la fortaleza de la unión. Este tiempo de consolidación puede estar 2 o 3 meses.
Empieza el tratamiento médico y físico de inmediato, en busca de una rápida vuelta a los circuitos. El corredor y su equipo analizan la situación con detalle y este decide probar. El hueso casi no había empezado a repararse y el piloto ya entrena sobre la moto. Es indudable que entre todos asumirán riesgos importantes con esta decisión. El deportista, al final, tiene la última palabra, asumiendo el coste físico de cualquier incidente. Toda la carga de trabajo la soportará la placa, y él solo deberá controlar sus sensaciones, tolerar el dolor… y ¡a correr!
La idea de solapar la reparación y la recuperación funcional se exprime al máximo. Lesión, osteosíntesis, cicatrización y competición coinciden en menos de una semana… todo se lleva al límite y contra reloj. En esos momentos es indudable que el corredor asume importantes riesgos, sobre todo en una posible caída, pero son aceptados por él y por su equipo… vivir a 350 km por hora y con tiempos muy cortos plantea estas posibles situaciones, que también exigen conocimientos y comprensión, para ubicarlas en su correcto contexto.
Al final, el sábado se sube a la máquina sin miedo, consiguiendo muy buenos tiempos, motivado por el sobre esfuerzo físico y el cansancio muscular, especialmente de su brazo derecho. Al final, por su seguridad y la de los compañeros decide no competir.
En las entrevistas que concede a los medios, Marc detalla con rigor sus sensaciones, su cansancio y el porqué de su decisión. Os recomiendo que las leáis, lo explica todo y con detalle. Algún compañero comentaba… “le veía hacer flexiones y… ¡la placa lo aguanta todo!”
Así es la vida de estos jóvenes y en este ambiente. Sin tiempo para la reparación biológica y sobre su máquina en 4 días, como si no hubiera pasado nada.
¿Súper Hombres? Pues para mí sin duda sí, y está claro que estas vivencias no están al alcance de todos.
Grande Márc, seguro que, en el próximo Gran Premio de la República Checa, en el circuito de Brno, te veremos corriendo de nuevo entre los mejores. Desde aquí te deseo una buena competición y cuenta con mi apoyo en tus decisiones.
Un saludo para todos.
Dr. José María Abad.